El acueducto de Los Ángeles se construyó sobre una distancia de 30 millas entre 1908 y 1913. Fue edificado para transportar agua a través de un túnel de hormigón desde el río Owens hasta Los Ángeles, California. Debido a que Los Ángeles creció a finales del siglo XIX, comenzó a sobrepasar su suministro de agua. No se puede negar esta herencia hoy en día. Sin una fuente de agua viable, Los Ángeles no podría haberse convertido en la segunda ciudad más grande de los Estados Unidos. Lo que no muchos saben es que las máquinas Caterpillar jugaron un papel invaluable en la realización exitosa de este proyecto.
El acueducto Owens Valley fue diseñado y construido por el Departamento de Agua de la ciudad, por entonces llamado The Bureau of Los Angeles Aqueduct, bajo la supervisión del ingeniero jefe del departamento, William Mulholland. Gracias al proyecto, Mulholland se volvió tan famoso que ciudad incluso nombró una calle en su honor.
Parte del plan de Mulholland era construir un ferrocarril tan cerca del acueducto como fuera posible, pero aún era necesario acarrear los materiales por el desierto de Mojave. Aquí entra Benjamin Holt, quien recientemente había concebido y perfeccionado la idea de los tractores de cadenas. Su nuevo, aún no probado, invento se conoció como tractor de cadenas Holt Caterpillar.
Luego de un pedido inicial de solo algunos tractores de cadenas a vapor y gasolina (algunos de los primeros en fabricase), los ingenieros del proyecto del acueducto de Los Ángeles realizaron otro pedido de 25 tractores de cadenas Holt Caterpillar y 78 vagones Holt especialmente diseñados.
Estos tractores Caterpillar acarrearon piedra, cemento, suministros y otra maquinaria desde el ferrocarril hasta el acueducto de Los Ángeles. Las cargas llegaban a pesar hasta 50 toneladas y las máquinas se trasladaban a una velocidad de hasta cuatro millas por hora. Los recorridos tenían una longitud de entre 4 y 12 millas a través de arenas profundas y con pendientes de entre el 10 y el 30 por ciento. En un informe de solo una de las secciones del proyecto de construcción, se indicaba que 14 tractores Caterpillar acarrearon materiales por un total de 26.242 millas a un promedio de 20 centavos por milla. Los costos promedio por milla del acarreo impulsado por grupos de animales en el proyecto fueron de 40 a 80 centavos, lo que demuestra el ahorro significativo de costos mediante el uso de los nuevos tractores Caterpillar.
Paul Weston, el ingeniero de Holt que trabajaba con las máquinas en el proyecto dijo: "Llevamos compresores y excavadoras pesados de 25 toneladas por esas montañas y a través de desiertos sin agua que no podrían haberse manejado de ninguna otra manera sin desmantelar y sin que llevara mucho más tiempo y dinero". Además de su capacidad para realizar acarreos difíciles, las máquinas a vapor y gasolina eran promocionadas por su simplicidad, ya que solo se necesitaba una persona para manejar la máquina.
Una vez finalizado el proyecto, muchos de los motores de gasolina se quitaron de los tractores y se enviaron a lugares en los que se necesitaba la energía de la gasolina. Los bastidores de algunos de los tractores desgastados se utilizaron como encofrados de acero para trabajos de hormigón, y algunas de las máquinas de trabajo que quedaron tras la finalización del acueducto se vendieron a particulares para fines agrícolas.
Como se mencionó antes, 32 de los primeros 100 tractores de cadenas Holt Caterpillar trabajaron en el proyecto del acueducto de Los Ángeles, que supuso un excelente campo de pruebas para estas máquinas. Debido a las fechas límite de los contratos, los ingenieros de Holt debieron encontrar soluciones rápidamente para los problemas mecánicos.Gracias a esta experiencia se descubrieron soluciones y mejoras técnicas para el tractor Caterpillar, tales como la construcción completamente de acero, transmisiones de tres velocidades, mejores sistemas de suspensión de resorte, mejores embragues y piezas de tractores reforzadas.
Al igual que ocurrió con Mulholland, el proyecto hizo de Caterpillar un nombre muy conocido. Gracias a su éxito, las máquinas Caterpillar trabajaron en la construcción de infraestructura en otras grandes ciudades como Nueva York, Chicago y San Francisco.